El nopal es uno de los ingredientes más emblemáticos de México. Lo mismo se utiliza en las cocinas mexicanas para ensaladas, tortillas y frituras, y ahora ha llegado a los laboratorios científicos.
Sandra Pascoe Ortiz, ingeniera bioquímica y maestra en procesos biotécnológicos de la Universidad del Valle de Atejemac, es la científica detrás de este nuevo bioplástico hecho a base de una de las plantas más comunes de México.
El proyecto lleva más de 4 años en desarrollo y pronto estará listo para salir al mercado.
La clave de este producto está en la sustancia viscosa que tiene el nopal, llamada mucílago. A esta le agregan glicerina y proteínas naturales para mejorar su consistencia.
Por ahora el bioplástico está pensado para productos sencillos como envolturas. Pero los investigadores siguen trabajando para darle mayor elasticidad y resistencia para poderle dar más usos en un futuro.